Saturday, September 02, 2006

BORBONES LADRONES HEREDEROS DE FRANCO

1. ¿QUÉ ES LA MONARQUÍA?
Empecemos por el principio: ¿de qué estamos hablando exactamente? Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la primera acepción de “monarquía” es: «Estado regido por un monarca». Obviamente, no pude resistir la curiosidad de mirar la descripción del término “monarca”, y esta es la respuesta: «Príncipe soberano de un Estado», lo cual me dejó un tanto perplejo, porque siempre creí lo que dice el artículo primero de la Constitución Española, en su apartado segundo: «La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.». Así pues: o la definición de la Real Academia contiene un grave error, o la monarquía es inconstitucional.
Insatisfecho pues, con mis pesquisas en el diccionario y la Carta Magna, opté por consultar una enciclopedia, en búsqueda de mejor fortuna: y en efecto, di con algunas definiciones muy aclaratorias:
Al parecer, al principio solo existía un tipo de monarquía: la monarquía absoluta, que como su nombre indica, confería al gobernante un poder ilimitado, de modo que quedaba en su voluntad la opción de comportarse como un gobernante despótico. Más tarde aparecieron otras formas de gobierno, a las que se llamó “monarquías constitucionales”, y que básicamente, no eran otra cosa que formas descafeinadas de la monarquía absoluta… eso da pie a muchas interpretaciones, pero a la vista del curso de la Historia en la mayor parte de países, a partir del S. XVII, se fue reduciendo más o menos suavemente la cantidad de poder que ostentaba el monarca, hasta llegar a lo se ha dado en llamar la “monarquía parlamentaria”, en la que supuestamente, la figura del monarca se limita a ser un símbolo, como el himno o la bandera.
Hay que decir, que en algunos sitios, el período de monarquía concluyó de un modo brusco, como en Francia o Rusia, y en otros quedó vacía de significado ejecutivo de la noche a la mañana, como en Japón. En otros, la monarquía absoluta ha llegado hasta nuestros días, principalmente en antiguas colonias británicas y francesas que están bien en la memoria de todos nosotros.
Algunas de esas monarquías han decidido maquillar su legitimidad pretendiendo cumplir ciertos aspectos formales de tipo legal, con lo que las podríamos llamar monarquías pseudoconstitucionales. En mi opinión, con las cotas de alfabetización que hoy en día existen en casi todas partes, eso de “yo mando porque me lo ha dicho Dios”, o eso tan oído de “Dios es de la familia”, ya no resulta muy convincente para muchos de los súbditos… y como parece que la gente todavía respeta la Ley, pues bien…
En resumen: de todas las expuestas, la forma de gobierno que hay en España es la de monarquía parlamentaria –a parte de todo este razonamiento e investigación, bastaba haber leído el tercer punto del primer artículo de la Constitución Española: «La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria»–, y por tanto, como sabemos que la monarquía parlamentaria es un símbolo, concluimos: la monarquía es un símbolo.
2. ¿POR QUÉ EXISTE UN MONARCA?
Se podría decir que tenemos rey porque siempre lo hemos tenido… o bien, siendo más correctos: que sus orígenes se remontan a tradiciones profundamente arraigadas. Parece ser que allá por el S. IV a de C., había tribus guerreras que tenían jefes; tribus que necesitaban aliarse por razones de seguridad o estrategia militar, y entonces, el número aconsejaba la creación de órganos colegiados –integrados por jefes–, al frente de los cuales se erigía un coordinador, o jefe de jefes. Del cómo se elegía a este individuo, no está documentado, pero, teniendo en cuenta que todo eso empezó a ocurrir mucho antes de Pericles, creo que el sistema no debió diferir mucho del que podemos contemplar viendo un documental de Nacional Geographic sobre organización social de manadas de leones.
Echando un vistazo a lo que nos han contado de los últimos reinados de España, desde el punto de vista de su encuadre constitucional, veremos que ya en la Carta Magna de 1812 se le dedicaba el título cuarto entero, y –cosa curiosa–, su redacción no estaba muy alejada de la del título segundo de la actual Constitución Española.
La Constitución Española de facto, de 1834, no tenía un título específico para la corona, porque toda ella lo era en sí misma –siempre me he preguntado como rayos se puede tener texto base con entidad constitucional “supuesta”–. En 1837 se abogó por retrotraerse a la de Cádiz, de 1812, de carácter más conciliador –como la de 1978, aunque esté mal el decirlo–.
En julio de 1854, O’Donnell da un golpe de estado, e Isabel II aprovecha el río revuelto para ganar una bonita corona; llama a formar Gobierno al viejo general Espartero, que compartirá el poder con O’Donnell. Hasta que el descontento hacia el régimen de Isabel II desembocó en un nuevo golpe de estado, esta vez el de Prim, en septiembre de 1868, dando origen a la revolución de 1868 –la gloriosa–, que supuso el fin del reinado de Isabel II.
Las nuevas Cortes Generales sancionaron –ya en junio de 1869–, la primera de nuestras constituciones democráticas. En ella quedaron plasmados los puntos básicos de la revolución de 1868: soberanía nacional, sufragio universal, división de poderes, concepción de la monarquía como poder constituido y declaración de derechos. Estuvo vigente hasta 1873, año en que se proclama la Primera República.
En diciembre de 1876, el Martínez Campos proclama a Alfonso de Borbón, hijo de la exiliada Isabel II, como rey de España. Se abría así la etapa de la Restauración, un periodo de estabilidad basada en la alternancia bipartidista de liberales y conservadores. La nueva Constitución Española ligada a este régimen devuelve la soberanía nacional al rey y a las Cortes, reconoce implícitamente la división de poderes y opta por la tolerancia religiosa, aunque deja un amplio margen a su desarrollo a través de leyes posteriores. Es el texto constitucional de más larga vida en la historia de España, ya que estuvo vigente hasta 1923.
En abril de 1931, Niceto Alcalá-Zamora proclamaba la II República Española, cuya consecuencia inmediata fue el destierro voluntario de Alfonso XIII. La República era la consecuencia de la dictadura agotada de Primo de Rivera. Con el cambio de régimen, llegó una nueva Constitución Española, promulgada en diciembre de 1931. El nuevo texto se halla en la línea del constitucionalismo democrático, que resalta la soberanía nacional, la proclamación de los derechos y libertades, y la división de poderes. Su periodo de vigencia se extendería hasta el final de la Guerra Civil.
Por tanto, podemos concluir que el monarca existe por su propio interés, y la monarquía, porque sí, porque ha existido siempre, y porque en cada momento de la Historia, su existencia respondía a un equilibrio de intereses que la hicieron posible.
3. ¿QUIÉN NOMBRÓ AL REY DE ESPAÑA?
Lejos de lo que ahora afirman los cronistas políticamente correctos, Borbón participó activamente de la política y el gobierno dictatorial, llegando a presidir las celebraciones del ilegítimo Consejo de Ministros, formando parte de los órganos de poder instituidos por quienes iniciaron la Guerra Civil Española, contra el gobierno de Azaña, Largo Caballero y Negrín, quienes accedieron a sus cargos mediante elecciones libres y democráticas.
Al rey de España le nombró el militar golpista Franco, en julio de 1969.
Y no se limitó a suplantar simbólica y puntualmente al golpista … llegó a asumir la Jefatura del Estado, del 19 de julio a 2 de septiembre de 1974 y desde el 30 de octubre hasta el 20 de noviembre de 1975. Dos días más tarde, fue coronado rey de España.
Puesto que ya en el verano del 74 asumió el mando absoluto del país, si hubiera sido tan demócrata como algunos se empeñan en repetir, pudo haber legalizado el multipartidismo y convocar elecciones… ahorrándonos más de un año de dictadura.
4. ¿ES ESPAÑOL EL REY DE ESPAÑA?
El nombre completo del actual rey de España es: «Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias», o dicho de un modo breve: Juan Carlos Borbón Borbón. Como vemos, el apellido se repite. La biología y la medicina, además del saber popular e incluso la Iglesia, tienen una visión muy peculiar acerca de la costumbre de casarse reiteradamente entre primos, pero bueno, esta no es la cuestión. Yendo a lo que nos interesa, Borbón es un apellido de origen francés. En efecto, el abuelo de Juan Carlos fue Alfonso, que fue nieto de Francisco, que fue nieto de Carlos, nieto de Felipe (un francés, nieto del absolutamente absoluto Luis).
Además de pertenecer a una familia francesa, el que dice ser el representante de los españoles ni siquiera nació en España, nació en Roma (Italia), el día cinco de enero de 1938. En esas mismas fechas, Franco, que más tarde sería su jefe y su amigo, acababa con la vida de casi un millón de españoles porque no le gustaba como pensaban, y porque eso le permitiría ocupar el lugar del jefe del Estado durante casi cuarenta años. Volviendo a Juan Carlos, cuando el italianito tenía diez años se lo trajeron a España. Bueno, al menos nació el 5 de enero, es decir, la noche de reyes.
Por tanto, la cuestión está clara: el rey de España es un italiano de origen francés.
Y ya puestos, su esposa –y madre del futuro rey, si el pueblo no le pone remedio–, es Sofía, una griega cuya familia fue expatriada precisamente por andar flirteando con militares golpistas.
5. ¿QUÉ PODERES TIENE EL REY DE ESPAÑA?
Los poderes del rey de España están claramente descritos en los artículos 62 y 63 de la Constitución Española, y, según dicho texto, son: dar el visto bueno a las leyes que le manden; convocar elecciones y referéndum cuando le toque; nombrar al presidente del gobierno y a los ministros cuando se lo manden; hacer como que nombra a los militares y darles medallitas de vez en cuando; estar informado de los asuntos de Estado; el mando supremo de las fuerzas armadas; dar indultos; hacer ver que manda en las reales academias; enviar y recibir a los embajadores; firmar acuerdos internacionales en nombre de España y declarar la guerra, cuando se lo manden.
Parece que tantas líneas de texto está pensadas para disfrazar la parte que más preocupa: uno de los poderes del rey es el mando supremo de las fuerzas armadas.
Por cierto, por si alguien piensa que se trata de una mera cuestión simbólica, que no debe tomarse en serio, que se trata de una tradición, un paripé del folklore español, le aconsejo que busque en el diccionario de la real academia el significado de la palabra “supremo”: «Sumo, altísimo. Que no tiene superior en su línea.»…
¿Entonces, quién da las órdenes a los cerca de cien mil soldados que tiene el ejército de España?, ¿el presidente del gobierno a quien votó la mayoría del pueblo en marzo de 2004, o un italiano nombrado arbitrariamente por un militar golpista del Siglo pasado?
Es decir: en pleno S. XXI, el mando supremo de los ejércitos de un país desarrollado y occidental, miembro de la OTAN, está en manos de un negocio familiar: vitalicio y hereditario.
6. ¿ES JUSTA LA MONARQUÍA?
Desde mi punto de vista, una cosa es justa cuando en sentido común, es buena y está dentro de la Ley. Para hacer esta prueba, someteré la afirmación al tamiz de dos Leyes bien conocidas: la Constitución Española y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Según el artículo 14 de la actual Constitución Española: «…los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento…». A la vista de eso, no entiendo qué derecho extra tiene el hijo de Juan Borbón respecto al hijo de Pilar Bardem o la hija de Antonio Banderas. Es decir, si la Constitución Española prohíbe cualquier discriminación por razón de nacimiento, y el rey es rey solo por su nacimiento, entonces, la monarquía es inconstitucional.
Pero vayamos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que según el segundo apartado del artículo número 10 de nuestra Constitución Española, es quien debe regir la interpretación de nuestros derechos y libertades fundamentales:
Según las doce primeras palabras, del primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Vamos a ver, interpretemos: ¿la monarquía es una dignidad, no? ¿o es un derecho de los reyes? En cualquier caso, si todos los seres humanos nacemos libres e iguales, ¿porqué unos nacen reyes y otros no? Si nos ponemos a descartar opciones, aunque solo sea por un ejercicio de lógica… ¿cabe pensar que los reyes no son seres humanos? Porque si no, habrá que pensar –por eliminación–, que además de inconstitucional, la monarquía es contraria a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
7. ¿CUÁNTO CUESTA LA MONARQUÍA?
Según consta en el texto de la Ley Orgánica de los Presupuestos Generales del Estado para 2005, publicada el martes, 28 de diciembre de 2004 (no son una inocentada, pese a la fecha), se destinan dos partidas: una genérica para la «Jefatura del Estado», referencia 911M, por un importe total de 7.776.340,00 euros; y otra de «Apoyo a la gestión administrativa de la Jefatura del Estado», cuyo importe asciende a 5.282.130,00 euros. Es decir, en total: 2.172.746.589 pesetas, en un año.
No me gustaría incurrir en demagogia interesada –como algunos señalarán–, pero, en mi opinión, en un país como España, habida cuenta del incremento del coste de la vivienda, de las deficiencias en la calidad educativa, de lo escaso de la inversión en los programas de investigación y desarrollo, de las listas de espera en los centros asistenciales y hospitalarios, de las dificultades por acceder a plazas de guarderías públicas, etc. no parece justo, ni equitativo que el Estado gaste cada año el dinero equivalente a cuarenta y tres vidas completas de trabajo, en mantener “un símbolo”.
¿Qué de dónde sale el número? Muy fácil: por un lado tenemos algo más de trece millones de euros que es la asignación presupuestaria para la familia real en 2005, y por otro lado, los 513,00 euros mensuales que forman el salario mínimo interprofesional en el mismo año. Multiplicamos los 513,00 euros del salario mínimo interprofesional, por los doce meses del año (y nos da: 6.156,00 euros); la edad límite de jubilación son 65 años, y un español puede trabajar legalmente a partir de los 16 años, por tanto, la vida laboral completa de un español, puede ser de 49 años. Si dividimos los trece millones de euros que cuesta la familia real en un solo año, entre los 6.156,00 euros que cobra un trabajador al año, tenemos 2.121,25 años trabajados, para reunir el presupuesto. Si dividimos ese número, por el número máximo de años laborables en una vida, resulta que harían falta casi medio centenar de vidas completas para pagar esos bonitos trajes, helicópteros, palacios y coches blindados. Mientras, la población tiene que esperar una eternidad para hacerse una mamografía. Y eso no es demagogia, es aritmética.
Por cierto: en 2005, la pensión mínima para un jubilado de 60 años, con un cónyuge a su cargo, es de 489,72 euros, es decir, una renta per cápita de 244,86 euros.
Todo eso sin tener en cuenta que la familia del rey no tiene que preocuparse de pagar una hipoteca, jamás ha tenido que abrir un periódico ni asistir a un montón de entrevistas antes de darse cuenta de qué empleos son en realidad timos, nunca han padecido un atraco, el acceso a la educación de calidad no les supone ningún problema, y, por no tener listas de espera en los hospitales, ni siquiera acuden a la sanidad pública, cuando se supone que ellos son el máximo símbolo de los servicios del Estado.
8. ¿ES ÚTIL LA MONARQUÍA?
Todos hemos oído eso de que «tenemos democracia gracias al rey», «Juan Carlos tiene muy buenas relaciones con el monarca –absoluto– de Marruecos», «el rey es nuestro mejor embajador»… vamos a ver:
Primero: tenemos democracia por presión internacional, por coherencia con los tiempos, por decisión ciudadana y porque quienes realmente tienen capacidad para decidir sobre las cosas oscuras del Estado –la Banca, la Industria y las grandes firmas del capital y servicios– así lo quisieron en su día.
Segundo: es normal que los monarcas se lleven relativamente bien entre ellos, después de todo, prácticamente son familia además, no es raro que los profesionales de un mismo sector aúnen fuerzas… incluso las prostitutas lo hacen.
Tercero: que yo sepa, en los países “serios de verdad” no hace falta tener más embajadores que los que designe el gobierno elegido por el pueblo. Tener más de un interlocutor al más alto nivel, implica que alguno de ellos no es realmente “del nivel más alto”.
Finalmente, como factor de cohesión, unidad, símbolo de permanencia y todas esas mentiras que tantas veces nos han repetido desde la radio, la televisión y los periódicos: sería suficiente con tener solo a la bandera. Sale más barata y también está por encima de la cabeza de los militares.
Tener un rey no es útil, porque el pueblo no necesita más unidad que su propia unión, ni más permanencia que la libertad, expresada en su capacidad de votar para cambiar las cosas, en busca de horizontes mejores… o nuevas decepciones. De cualquier modo, todas esas cosas que se supone que corresponden al monarca, son competencias que deberían ser exclusivas de la persona que el pueblo elija cada cuatro años.
9. ¿TIENE SENTIDO LA MONARQUÍA EN LA ACTUALIDAD?
Tengo un amigo francés, que afirma que la monarquía es un problema del S. XIV, cuya solución se descubrió en Francia a finales del S. XVIII. Todo eso parece bastante lejano en el tiempo, de no ser porque vivo a menos de diez kilómetros de la residencia de un rey de verdad, como los de los cuentos.
Y todo eso, teniendo en cuenta que las princesas ya no besan sapos; que los príncipes se parecen más a los del florentino Nicolás que al de Blanca Nieves, que según el Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas, en el mundo hay más de dos mil quinientos millones de personas que sobreviven con menos de dos euros al día; que en España hay tres cientos mil menores que sufren explotación laboral y un largo etc.
Según lo expuesto en este artículo, la monarquía es un viejo símbolo injusto, discriminatorio, impuesto por un ex militar delincuente, caro e inútil. Por tanto, tal como yo lo veo: algo que es simbólico, viejo, injusto, discriminatorio, caro, inútil y procede de un golpista… no tiene sentido, la monarquía no tiene sentido. Y todavía tiene menos sentido que ese algo, pueda llegar a dar órdenes a los militares de mi país, incluso en contra de la voluntad del presidente del gobierno electo.
10. ¿LA MONARQUÍA ES PARA SIEMPRE?
De entrada: no, la monarquía no es para siempre, tiene remedio.
Descontando el recurso a la guillotina, tan extemporáneo como la propia monarquía, existe todo un abanico de opciones para abolir esta incivilizada forma de gobierno, pero, por hablar claro: creo que sería suficiente con restaurar la república, y poner a los miembros de la realeza a trabajar, como todo el mundo.
Al final, la cuestión de la monarquía, no es más que la manifestación de un problema mucho mayor: un problema cuya base tiene que ver con la esencia misma de la injusticia: en la repugnante creencia de que algunas personas nacen con más derechos que otras. Sostener la causa del rey, es afirmar que hay personas superiores a otras, y eso es trágico, es dañino y es mentira.
La vigente Constitución Española de 1978 la aprobaron un conjunto de políticos comprometidos con el espíritu de la democracia, pero atemorizados por una clase militar que seguía muy de cerca todos sus pasos. No hay libertad con miedo, y ese miedo se reflejó en el Texto, al plasmar males menores, como la monarquía, que en aquel momento, por puro pragmatismo, no podían ser omitidos. Ningún demócrata aceptaría una fórmula de gobierno en la que la soberanía no resida en el pueblo.
Respeto y confío en el pueblo español. Es solo cuestión de tiempo.
Recogida de firmas contra la monarquía.
MANIFIESTO CONTRA LA MONARQUÍA==============================1.- Rechazamos el texto constitucional de 1978 porque, desde suconcepciónhasta su posterior ratificación en referéndum, el ambiente políticoestuvopresidido por el miedo a una nueva reacción armada de la derechaespañola.Hablar, constituirse, pensar, votar con miedo, supone un atentado a laLibertad e invalida todo el proceso.2.- Asimismo, rechazamos dicho texto, porque en su Título Segundo sereinstaura la monarquía, siendo como es una instituciónextemporánea,medieval e intrínsicamente antidemocrática, que, al postular unajefatura deEstado en base al derecho de nacimiento, representa un atentado contralaIgualdad de la ciudadanía.3.- Exhortamos a los poderes públicos a liderar el proceso derecuperaciónde la Memoria Histórica, mediante un decidido impulso legislativo, unadotación presupuestaria suficiente y la actuación conjunta con lasasociaciones de víctimas. Ignorar esta cuestión es un agraviocomparativo,que daña la dignidad nacional y va en contra de la Fraternidad.4.- Deseamos que toda persona mayor de edad sea libre de profesarcualquiercredo, no así el Estado, que deberá velar por el Laicismo y noaceptaringerencias por parte de jerarquía religiosa alguna. La independenciadeEspaña no puede permanecer sometida a las decisiones de los dirigentesdelEstado de la Ciudad del Vaticano.5.- Exigimos que los miembros de la familia real pasen a serconsideradospersonas iguales al resto de la población, en derechos y obligaciones,libertades y garantías. Deberán abandonar inmediatamente cualquierpropiedaddel Patrimonio Nacional y todos sus bienes -incluyendo activosfinancieros ydepósitos internacionales-, serán reintegrados al Erario Público.6.- Reivindicamos el derecho de Autodeterminación. Exigimos el másestrictorespeto para la identidad de las diversas realidades sociales quecoexistenjunto a la española. Un pueblo libre no puede tener familiasprisioneras. Noes justo manipular artificialmente la cultura, leyes, lengua yterritorio deotras sociedades para satisfacer la ambición de una élite dominante.Elimperialismo es una idea obsoleta, que está en el origen delsufrimiento,desequilibrio y rencor entre personas que deberían compartir sinexpoliar,conocer sin temor y progresar sin desigualdad.7.- Exigimos la apertura de un proceso constituyente, orientado no a uncambio de régimen, sino a la supresión de cualquier instituciónheredera dela etapa dictatorial. La reinstauración de una tercera etapa delegitimidadpara las instituciones públicas del Estado. España debe ser unaRepúblicademocrática de personas trabajadoras de toda clase, organizadas enrégimende Libertad y Justicia; en la que todos los cargos públicos seanelegidosperiódicamente por la ciudadanía, a través de elecciones libres ysin miedo;en la que se establezca una auténtica separación entre los podereslegislativo, ejecutivo y judicial.

BORBONES

Borbones en la empresa
A Jaime de Marichalar, esposo de la infanta Elena de Borbón, le acaban de nombrar miembro de la comisión ejecutiva de Portland Valderrivas. E Iñaki Urdangarín, marido de la infanta Cristina, asalariada de la Fundación La Caixa, ha sido fichado por la multinacional Interpublic. El vacío legal permite a los miembros de la familia real española trabajar en empresas privadas o montar negocios con ánimo de lucro. No les afecta el régimen de incompatibilidades.


El propio don Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias y heredero de la Corona de España, podría fundar una empresa con ánimo lucrativo. El vacío legal que hay en este país respecto a la participación de la realeza en sociedades privadas se lo permitiría. De momento, no lo ha hecho, pero miembros de la Casa Real, en concreto una de sus hermanas y sus cuñados, trabajan en empresas e instituciones financieras en las que su actividad y comportamiento hay que confiarlos al dictado de la ética y del sentido común, algo tan subjetivo como voluble.
A Jaime de Marichalar y Sáez de Tejada (Pamplona, 1963), cuarto de los seis hijos del conde de Ripalda, Amalio de Marichalar y Bruguera, y esposo de la infanta Elena de Borbón y Grecia, duquesa de Lugo, hija del rey Juan Carlos, le acaban de nombrar (el 31 del pasado mes de enero) miembro de la comisión ejecutiva de Portland Valderribas, empresa perteneciente a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), presidida por Marcelino Oreja Aguirre. Desde marzo del año pasado era vocal de su Consejo de Administración.
Tras ser designado consejero, Marichalar comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que poseía 1.000 acciones de Portland Valderribas. Además, preside la Fundación Winterthur, del grupo asegurador del mismo nombre, integrado en el grupo Crédit Suisse. Especializado en gestión de empresas y márketing, trabajó en el sector de mercados financieros de ámbito internacional, hasta que en enero de 1998 fue nombrado managing director senior advisor (director gerente) de Crédit Suisse First Boston en Madrid.
La infanta Cristina de Borbón y Grecia (Madrid, 1965), hija menor de los Reyes de España y duquesa de Palma de Mallorca, licenciada en Ciencias Políticas y máster en Relaciones Internacionales, trabaja como autónoma, desde 1992, en la Fundación La Caixa, de la entidad financiera del mismo nombre. Su esposo, Iñaki Urdangarín Liebaert (Zumárraga, Guipúzcoa, 1968), licenciado en Ciencias Empresariales y MBA por el Esade, se retiró del balonmano profesional en marzo de 2001 y, al mes siguiente, fue nombrado miembro del Comité Olímpico Español.
En enero de este año, Urdangarín fue contratado como director de Planificación y Desarrollo por la empresa Octagon Esedos, SL, presidida por Francisco Javier Bartroli Trull, la división de márketing de la multinacional Interpublic. Como consejero de Octagon Esedos figura José Luis Samaranch Sáenz de Buruaga, consejero delegado de Motorpress Ibérica y pariente lejano de Juan Antonio Samaranch, que fue presidente del Comité Olímpico Internacional y presidente de La Caixa.
En contra de lo que sucede en otras monarquías europeas, en la española se desconocen, tanto la fortuna privada del Rey, como los negocios que tiene o empresas en las que participa, si es que existen, aunque alguna vez haya trascendido algo al respecto a la opinión pública. Según la prestigiosa revista norteamericana Forbes, la familia real de Europa más rica es la holandesa, con un patrimonio (propiedades y negocios) estimado en 4.520 millones de euros (752.000 millones de pesetas), un 26,6% más que la Casa Real británica. La revista Eurobusiness aprecia la fortuna (sexta en Gran Bretaña) de Isabel II en 2.855 millones de euros (475.000 millones de pesetas).
Ni siquiera se sabe, al menos oficialmente, si los miembros de la familia real española cobran un sueldo, directa o indirectamente, de la asignación que La Zarzuela recibe de los Presupuestos del Estado, que para este año 2002 asciende a 6,98 millones de euros (1.161 millones de pesetas), 8 veces menos que la asignación estatal de la familia real británica. Según dispone del artículo 65 del Título II de la Constitución, el Rey “distribuye libremente” dicha cantidad, cuyo fin es “el sostenimiento de su Familia y Casa”.
Ante ese panorama, algo más nítido en otras monarquías europeas, como la familia real británica, especialmente después de los escándalos de carácter económico que ha protagonizado (ver recuadro), ¿se deben regular las actividades privadas, concretamente las empresariales, de los miembros de la Casa Real española?
Algunos juristas, en línea con la postura que mantiene Carlos de Inglaterra, Príncipe de Gales, en relación con su familia, sostienen que la dedicación de los miembros de la realeza debería estar limitada a actos oficiales y tareas institucionales. Otros son partidarios de que se establezca algún tipo de incompatibilidad que evite sospechas y situaciones incómodas. Y no falta quien aboga por la libre actividad, según la conciencia de cada cual. Pero los consultados prefieren guardar el anonimato.
¿Y qué opinan los políticos? De izquierda a derecha, las respuestas son menos, digamos, comprometidas. Y es que el asunto parece delicado, cuando no tabú. Luis Carlos Rejón, miembro de IU en las comisiones Constitucional y de Justicia Interior del Congreso, es tajante y claro: “Sí, por supuesto, como cualquier persona que reciba dinero del erario público”. En el Grupo Parlamentario Socialista, cuyo portavoz es Jesús Caldera, se considera que no es un tema para abordar ahora. No están ni a favor ni en contra, simplemente “no lo tenemos en la agenda como asunto prioritario”. Luis de Grandes, portavoz del Grupo Parlamentario del PP, prefiere no opinar y se remite al Título II de la Constitución, que trata de La Corona. Y Xavier Trías, de CiU, ni se manifiesta.
El caso es que, según ha podido saber esta revista, la Casa Real española tiene unas normas internas, no escritas, acerca de en qué negocios sus miembros pueden invertir y dónde no, en qué empresas pueden estar y en cuáles no. Un sistema que hasta hora les ha funcionado.
NOBLEZA Y NEGOCIOS
“Los nombres no dan de comer”, afirmaba recientemente Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú, duque de Anjou y jefe de la casa borbónica en Francia. Se refería a los títulos nobiliarios. Lleva razón. Hoy, la nobleza, salvo excepciones, ya no tiene en las tierras y vasallos su sustento y renta. Se ha incorporado a la vida real del país. Unos son asalariados, independientemente del cargo que ocupen; otros ejercen una profesión liberal y, los más, se han hecho empresarios, como muchos de los que llevan el apellido Borbón y de los que aquí se muestran algunos ejemplos.
Pilar de Borbón y BorbónInversión mobiliaria
Cannes (Francia), 1936. Hermana del Rey Juan Carlos y duquesa de Badajoz, viuda de Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada, vizconde de la Torre. Es presidenta y consejera delegada de Labiernag 2000, SA, sociedad de inversión mobiliaria de capital variable (simcav) de la que son consejeros sus hijos Bruno (Madrid, 1971) y Simonetta (Madrid, 1968). También es administradora única de Labiernag, SL, empresa de gestión y administración inmobiliaria con un capital social de 274.000 euros, y de San Jacobo, SL, y consejera de Plus Ultra Seguros, Plus Ultra Vida, de la agencia de viajes Boga, SA y de Vendome LG Ibérica. Bruno Gómez-Acebo y Borbón es, además, administrador único de Gómez Acebo Consultores Inmobiliarios, SL, sociedad constituida hace menos de un año con un capital social de 3.606 euros.
Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-ParmaDragados, Urbis y Cepsa
Lausanne (Suiza), 1938. Casado con Ana de Orléans. Licenciado en Derecho. Infante de España con tratamiento de Alteza Real, duque de Calabria, heredero del trono de Nápoles, descendiente de Alfonso XII y primo hermano del rey Juan Carlos. De formación profesional financiera (trabajó en el Chase Manhttan Bank, Banca Popular Peruana y Banco Nacional de México, y fundó Consorcio Hispano-Arábigo y Central Financiera de Expansión), es consejero y accionista de Grupo Dragados (10.000 acciones), Inmobiliaria Urbis (3.025 acciones), Cepsa (30.000 acciones),Viajes Marsans y de Sociedad Española del Acumulador Tudor, entre otras empresas. Además, preside la sociedad familiar Dehesa de la Higuera, SA, que, con un capital social de 60.101 euros, se dedica a la explotación y cultivo de fincas rústicas.
La actividad empresarial de su único hijo varón, Pedro Juan de Borbón-Dos Sicilias y Orléans (Madrid, 1968), duque de Noto (título siciliano), con estudios de Ingeniería de Montes, se centra en cuidar la finca familiar, La Toledana, en la provincia de Ciudad Real, y en la cinegética. Es administrador único de Perdicampo, SL y Agrocinegética Borbón, SL, ambas domiciliadas en Ciudad Real.
Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-ParmaVinos
Lausanne (Suiza), 1937. Duquesa de Salerno, hermana del duque de Calabria y prima hermana del rey Juan Carlos. Casada con Íñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laula. Presidenta de San Dimas, SL, sociedad inmobiliaria con un capital social de 30.050 euros que administra su marido. Su hija Clara Moreno de Borbón (Madrid, 1971) es administradora única de Salubre Consulting, SL, dedicada al asesoramiento empresarial. Familia vinculada al mundo del vino, es propietaria de Bodegas Tarsus, en la Ribera del Duero. Otra empresa familiar es Navamayor, SA, en la que participa su hijo Rodrigo (Madrid, 1962), cuyo patrimonio son las 75 hectáreas donde se ubican las bodegas, en el municipio burgalés de Anguix.
Alfonso de Borbón y EscasanyInmobiliarias
Madrid, 1945. Casado con María Luisa Yordi. Primo segundo del rey Juan Carlos. Su actividad empresarial se centra, básicamente, en el sector inmobiliario. Así, es presidente de Ahorro Familiar, SA, perteneciente al grupo asegurador AXA, de cuya filial Axa Aurora Ibérica es consejero; presidente ejecutivo de Ildefonso, SL y de Keka, SL, sociedad familiar de gestión y administración de la propiedad inmobiliaria con 110.473 euros de capital social; consejero delegado de Gilgamesh Inmoinversión, SL, encuadrada dentro de la también familiar Enkidu Inversiones, SL, que cuenta con un capital social de 5,52 millones de euros; consejero de ZRZ, SL (alquiler de bienes inmobiliarios). Asimismo, es presidente de Data Rent, SA, empresa dedicada al alquiler de equipos informáticos. Por su parte, su hijo Alfonso Nicolás de Borbón y Yordi ( 1973) está volcado hacia las nuevas tecnologías. Es presidente de Servicios Integrales de Informática y Comunicaciones, SA, sociedad que cuenta con un capital social de 256.030 euros, y consejero de Teleconnect Comunicaciones, SA.
Francisco de Borbón y EscasanyAhorro Familiar
Madrid, 1943. Duque de Sevilla. Licenciado en Económicas. Casado en primeras nupcias con Beatriz von Hardenberg, su actual y tercera esposa es María de los Ángeles Vargas-Zúñiga. Es primo segundo del rey Juan Carlos y hermano del anterior, con quien comparte puestos ejecutivos y vocalías en los consejos de administración de las empresas familiares. Además, es consejero delegado de Ahorro Familiar; presidente de Internacional de Equipos Médicos (270.000 euros de capital social) y de Vapor, SA, dedicada al comercio de maquinaria y equipos industriales; y administrador único de Compañía Médica y Educacional de Sevilla, SA (venta de productos sanitarios y 962.000 euros de capital social) y de Kingnoi, SA (gestión y administración inmobiliaria), y principal accionista de Polaris Inversiones Inmobiliarias y Financieras, SL.
Inició su trayectoria profesional en 1973 como director del banco de negocios londinense Hill Samuel and Co. Limited, desempeñando posteriormente los cargos de presidente y director general del Miami National Bank y presidente Cannon Group Iberoamérica. Su hija Olivia de Borbón y Hardenberg (Londres, 1974), considerada como la modelo de la nobleza española, es embajadora de la firma de joyería Chaumet.
Luis Alfonso de Borbón Martínez-BordiúLa banca
Madrid, 1974. Licenciado en Ciencias Empresariales y máster en Finanzas. Bisnieto de Alfonso XIII y de Francisco Franco, en España no tiene títulos nobiliarios, pero sí el trato de Alteza. En Francia es duque de Touraine y es considerado como duque de Anjou y heredero del trono galo. Reinaría con el nombre de Luis XX. Su sueño, dice, no es llegar a ser rey del país vecino, sino hacer carrera dentro de un gran grupo bancario. Comenzó en 1997 como asesor de inversiones en BSN Banif (Grupo Santander Central Hispano), para pasar luego a BNP Paribas como gestor de patrimonios. Sigue así los pasos de su padre, Alfonso de Borbón y Dampierre, que trabajó en Banesto y en Banco Exterior, donde fue subdirector general. En su libro La rama trágica de los Borbones, Joaquín Bardavío destaca “su nula ambición económica, pese a la estrechez de su presupuesto”. Y continúa: “Vivía de sueldos —no altos— y dietas de consejo, pero no se le conocía participación en operaciones financieras o especulativas”. Eso fue hace algún tiempo. Hace dos años constituyó, con un capital social de 3.005 euros, la sociedad Borcorel, SL, de la que es administrador solidario, dedicada a las actividades inmobiliarias. Sólo es el inicio de futuros negocios.
Alfonso de Borbón y Pérez del PulgarOlivos y coches
1937. Casado con Inés Medina y Atienza. Descendiente de Felipe El Hermoso, es hermano del fallecido Alberto Enrique, tercer duque de Santa Elena y marqués de Santa Fe de Guardiola. Sus negocios se centran sobre todo en Sevilla. En la localidad de Gerena posee la finca Rompezapatos, dedicada al cultivo del olivar, y, en Alcalá de Guadaira, dos empresas de venta y reparación de automóviles: Concesionarios del Sur, SA y Surdaf Motor, SA, y otra, con la misma actividad, en Sevilla capital, Camebe, SA,, que cuenta con un capital social de 1.712.850 euros. De estas tres es principal accionista y consejero delegado.
Alfonso de Orleans-Borbón y Ferrara PignatelliFórmula 3
1968. Séptimo duque de Galliera. Descendiente de Alfonso de Orleans y Borbón, nieto de Isabel II y primo hermano de Alfonso XIII. Es propietario y administrador único de AOB Racing Engineering, SL, empresa gaditana con actividad en las carreras automovilísticas, concretamente en fórmula 3 y 4x4. Tiene equipo propio de pilotos, que él dirige, pues también es piloto de carreras, con varios títulos en su haber. En estas tareas le ayuda su hermano Álvaro, de 32 años, experimentado piloto de vuelo a vela.
Álvaro de Orleans-Borbón y Parodi-DelfinoGolf y uvas
1947. Con tratamiento de príncipe, es vicepresidente de La Ballena, SA y de Alcalá del Sur, SA, sociedades domiciliadas en Madrid que operan en el ámbito inmobiliario. También preside Torremesa, SA, empresa que posee unas 200 hectáreas de producción de uva de mesa en Rota (Cádiz), y es consejero, junto con su hermana Beatriz, de Costa Ballena Club de Golf, SA, con sede y campo de golf en la provincia gaditana.